Respirar sin Vivir
Respirar sin vivir
O también lo podríamos nombrar vivir sin vivir, ¿como es posible?
Es posible cuando vives por vivir, sin tener un propósito o un plan de vida propio. Cuando desde una banqueta observas a la vida pasar en frente de ti.
Cuando las frases “vive intensamente” “disfruta de la vida” “ama la vida” no las sientes o no te hacen sentido.
Que voy a amar, a disfrutar o a aprovechar, si respiro sin vivir porque lo que tengo a mi alrededor no sé, si es lo que en realidad quiero o necesito.
Para salir o apartarse de un estado en el que se respira pero no se vive , hay que tener un plan de vida algo que nos alimente el alma y nos de la energía para levantarnos cada día y sentir que el sol ilumina nuestro camino.
Pero el plan de vida del que habló es uno que no incluye hijos, padres, pareja o amigos. Es aquel que te acompañará en tu andar, que cuando estes en soledad no te dejará sentirte sola, porque entre otras cosas te enseñará a estar contigo misma.
Y asi sucedió con Manuela conforme iban pasando los años veía pasar la vida enfrente de ella, en momentos que algunos llaman el despertar de la conciencia se daba cuenta de su situación y aunque se lamentaba no hacia nada al respecto solo seguía avanzando viviendo lo que creía que le tocaba vivir.
Y en su andar se casó tuvo hijos y mas adelante se divorcio, rodeada de familiares y amigos a los cuales siempre atendido con responsabilidad mas apegada al deber ser que a otra cosa. Pero al termino de cada día solo quería llegar a su cama, ya cansada y con el sentimiento y el pensamiento de que había cumplido. Esperaba descansar lo suficiente para tener otro día mas. Y con esta vida la depresión le hacia visitas frecuentes.
Observaba la vida de las personas que la rodeaban y en ocasiones le despertaban sentimientos de envidia, preguntándose ¿por qué yo no tengo un talento o una cualidad? Ese algo que sea mi motor de vida, que no importe lo que pase, que sea mi refugio, que no solo me acompañe en mi soledad sino a lo largo de mi andar.
Su preocupación por no tener su plan de vida le causaba tal conflicto que no le permitía disfrutar de todo lo que tenía a su alrededor. Después de muchos años sabia perfectamente que era lo que le hacia falta, pero ¿cómo encontrarlo?
Como no encontraba las respuestas, prefería no ocuparse y seguir en ese camino donde respiraba sin vivir. Sin embargo un día le hicieron las preguntas correctas ¿hay algo que siempre has querido hacer? ¿que es? La primera vez que se lo preguntaron su respuesta fue - no sé, nada. -Piénsalo.
Para la segunda vez, ya tenía la respuesta.
Ahora Manuela sabe que tiene algo que la acompañará siempre, y no le preocupa si en realidad es un talento o una cualidad solo lo ve como su complemento y compañero de vida.
Aun teniendo una vida laboral y socialmente activa llega el momento en el que cierras la puerta y solo te tienes a ti, es ahí donde ese plan de vida cobra fuerza e importancia entre sentir que la soledad te ahoga o la necesidad de ella para disfrutar de tu propia compañía.
Comentarios
Publicar un comentario