Añoranza a la Niñez
Desde hace dos años
aproximadamente que empecé a escribir he ido realizando lo que algún día será
un especie de folleto o mini libro “una reflexión por mes” y para el mes de
abril definitivamente es hablar del Día del Niño, ya que en México es una
celebración popular.
Pasaron muchos meses para
que me llegara la inspiración sobre el tema de la niñez, y llego en el momento idóneo,
justamente ayer me agregaron a un grupo de whatsapp de mis ex compañeros de la
primaria (Montessori Shanti). Fue un gran momento de alegría y añoranza al ver
fotos que mandaban, recordar e identificar los nombres de mis ex compañeros
pero sobre todo las imágenes que han venido a mi mente de aquella increíble época.
Porque tengo que decirlo fui una niña bendecida y afortunada al tener una linda
niñez.
Regresemos al tema, el 30 de
abril Día del Niño leí muchos quotes dirigidos no hacia los niños sino hacia
los adultos:
Así que esta reflexión está
dirigida hacia los adultos y nuestra añoranza a la niñez.
Pensando un poco como es un
niño:
- Es libre de pensamiento.
- Expresa lo que siente y
piensa sin miedo al que dirán.
- Se ríe a carcajadas sin
pensar, si el volumen es muy alto como para molestar al de junto o ser
criticado.
- Si hace un berrinche lo
manifiesta tal cual, ya sea llorando o aventándose al piso y patalear sin
reprimirse.
- Tiene la capacidad de
sorprenderse
- No existen los estereotipos,
solo existe la empatía.
- Conocen los límites pero se
atreven a romperlos, a experimentar.
- No le temen o no se detienen
ante las reacciones de los demás.
- Dentro de su instinto
reconocen el peligro.
- Son capaces de vencer el
orgullo.
- Resuelven conflictos de
forma sencilla.
- Dentro de la libertad que
hay en su ser se manifiestan o se expresan de forma espontanea.
Es un hecho que al ir
creciendo vamos adquiriendo responsabilidades, que la sociedad nos va
imponiendo formas de comportamiento.
A lo largo de nuestra
historia las situaciones vividas mas las malas que las buenas van modificando
nuestro comportamiento y nuestra forma de ser. Como adultos reprimimos nuestro
instinto y los sustituimos por el “deber ser”.
Y fechas como el Día del
Niño nos hace recordar o añorar a ese niño que cambiamos por un adulto, que
esta mas ocupado en hacer lo socialmente correcto que en rescatarlo y que en
pocas ocasiones lo tenemos consciente.
Hoy en día que vivimos
llenos de compromisos u obligaciones que nos causan estrés y poniendo nuestros 5
sentidos en lo que nos agobia, no por nada cada día tenemos más episodios
frecuentes de depresión.
Como adultos tenemos
responsabilidades ineludibles no solo en nuestra persona, sino con niños, jóvenes
o adultos mayores que nos rodean y que de alguna manera dependen de nosotros en
mayor o menor grado, pero ¿Cuántos pensamientos o acciones de nuestro niño o
niña interior podemos rescatar?
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