Una Historia de Egoísmo
Hoy me lanzaré a escribir una historia real, donde el principal
elemento es el egoísmo y como consecuencia de este hay sentimientos de
desagrado, tristeza y frustración.
Las protagonistas de la
historia son:
Camila de aproximadamente 50
años, casada con un matrimonio y familia estable. Es una persona bondadosa,
dadivosa, gran anfitriona pero sobre todo muy risueña.
Natalia de 46 años,
divorciada con una hija adolescente, es una persona ocurrente, algo inestable y
siempre tiene una historia que contar.
María tiene aproximadamente
40 años, divorciada con hijos adolescentes, es una mujer llena de luz y energía
casi hiperactiva.
Camila y María son amigas
hace más de 10 años y Natalia hace 3 o 4 años.
Camila hacia reuniones todos
los viernes en su casa, invitando alrededor de 6 o 7 mujeres, para no entrar en
muchos detalles porque esa es parte de otra historia, el grupo se redujo a 3,
Camila, María y Natalia.
Estas reuniones eran siempre
alrededor de botana deliciosa y una botella de tequila, que como sabemos al
calor de los alcoholes los sentimientos se elevan se ama demasiado y si se
trata de odio, pues se odia en exceso.
Y así transcurrieron muchos
viernes, María y Natalia dos mujeres como existen muchas con relaciones
fallidas, intensas y en ocasiones más malas que buenas, se dedicaban solo a
hablar de sus acontecimientos amorosos principalmente, y ahí a lo lejos Camila solo observando,
escuchando y atendiendo a sus invitadas como dirían “como el chinito solo
mirando”. Y pensando –Bueno yo también existo, a mi también me pasan cosas.
Con el paso de los años
estas tres amigas han ido desarrollándose y evolucionando tanto personal,
profesional como emocional. La vida les ha puesto y quitado personas quienes
definitivamente les dejaron una enseñanza.
El egoísmo es parte de la
zona oscura de todo ser humano. La realidad es solo nos importa lo que sucede en
nuestro mundo y que en algunos destellos, logramos voltear a ver al de junto y
decir –Tu también existes ¡ups perdón se me olvido tu existencia!
Escusas o pretextos hay
miles, para no ocuparnos de nuestros cariños más cercanos y sobre todo dar por
hecho que ahí van a estar siempre ¿Por qué razón no iban a estar?
Hoy la tecnología nos tiene
a un clic, a un mensaje en el cual podemos tardar menos de un minuto en
escribirlo y enviarlo.
Todos tenemos un límite en
paciencia y tolerancia. Todos queremos, buscamos, necesitamos y esperamos la
atención del otro.
Siempre estamos buscando
pertenecer a algo o alguien, ser parte, participar e interactuar dentro de una
comunidad.
Para construir, fomentar y
crecer amistades es necesario salirnos de nuestra orbita, además de nuestro mundo
allá afuera hay otros que tienen las
mismas necesidades.
Y que piden y buscan la
misma atención que buscamos y que en ciertos momentos exigen.
Esta es una historia donde
estas 3 mujeres más que sentirse agredidas se sienten abandonadas, porque
aunque sus vidas siguen caminando, construyendo sus diferentes planes de vida,
existen ciertos seres que son la balanza, una ancla o una conciencia que
equilibra y centra.
No siempre el tiempo se
encargar de acomodar las cosas, también existe la voluntad que cada quien
decida emprender para retomar los lazos construidos.
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