Amistad en el Mes de Febrero





Siempre que se acerca el 14 de febrero viene a mi mente un episodio de mi vida que ocurrió en el primer año de la universidad. Estábamos planeando como festejar el día de San Valentín, cuando de mi boca salió un comentario entre chistoso y amargado.

-El día del amor y la amistad es solo una fecha consumista
-Jajajajajaja Norma te pasas, casi nunca hablas pero cuando lo haces te dejas ir con todo.

Ya desde aquellos tiempos no me media con mis comentarios en ocasiones me excedo con la cuestión de la honestidad y se me olvida la sutileza.

Pero volviendo al tema del mes dedicado al amors, apenas inicia febrero  y empieza a surgir un ambiente lleno de corazones y rosas rojas por donde quiera, frases resaltando la amistad, así como en diciembre en febrero todo el mundo se quiere harto de mucho. Lo ideal sería que este cariño que flota en el aire durara todo el año, porque eso implicaría el cuidar y proteger las relaciones.

¡La amargadita donde la dejaron!

El mes de febrero se presta para hacer cualquier tipo de reflexión sobre la amistad. Siempre he tenido la firme creencia que el ser humano nació para vivir en pareja pero sobre todo para estar acompañado por lo tanto, a lo largo de nuestras vidas vamos buscando y encontrando a nuestros similares,  algunos permanecen a lo largo de toda la vida porque logran adaptarse a las diferentes circunstancias o situaciones de nuestra vida y viceversa porque en la amistad uno de los elementos principales es la reciprocidad.

Pensando en las amistades que entran y salen de nuestras vidas y las muchas razones por las cuales no permanecen, a las cuales erróneamente les damos el título de amigos cuando en realidad no lo son, podríamos denominarlos “conocidos frecuentes” porque son personas a las que por un período frecuentamos mucho pero por alguna razón no se logra avanzar y se quedan en el preámbulo de una amistad.

Cada uno de acuerdo a nuestras experiencias y cariños determinamos en qué momento pasa de ser un conocido a ser un amigo.

Algo que podría determinar una gran amistad, es cuando una relación que después de un tropiezo logra sobre ponerse y el cariño se impone, retomando el camino por supuesto en este proceso se valoró la importancia que representa esa amistad en nuestras vidas.

¡También puedo ser cursi!

Todos los que estamos involucrados en las redes sociales prácticamente a diario leemos alguna frase referente a: deshazte  de lo que estorba, te roba tu energía, te tapa la luz, etc. No estoy en contra de  esto porque son cosas que suceden, pero al vivir en un mundo cada día más violento y agresivo nos volvemos más drásticos y menos amables con los “conocidos frecuentes” en ocasiones no dejamos opción para un “hola” en un encuentro por la calle. Esta es una forma de generar violencia y de alguna manera es parte de la pérdida de valores que actualmente como sociedad vivimos y de la cual muchos estamos conscientes pero no generamos acciones que reviertan la situación actual.

En celebraciones como  el día del amor y la amistad, el día de las madres, navidad, etc. Vivimos verdaderos simulacros de desborde de cariño y buenos deseos, pero pasando la temporada volvemos s nuestro estado habitual. Lo ideal sería que lográramos pasar del simulacro a una práctica permanente. Escarbando en nuestro interior cada uno sabemos en donde están nuestras deficiencias porque no todo lo que sucede es consecuencia de los actos de los demás.

Como seres humanos somos imperfectos, tenemos una parte oscura, la tarea esta en no dejar que esta domine nuestra y se generalice.

Romper con una inercia no es cosa fácil, pero es posible a través de pequeñas acciones como sonreír, saludar a alguien en la calle, dar el paso, etc. Momentáneamente les cambiamos la vida a las personas.

Las celebraciones que tenemos a lo largo de todo el año son un buen pretexto para recordarnos ¿que tal vamos? Con nuestro comportamiento hacia los que nos rodean. ¡Aprovechemos la oportunidad!


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