Reflexionar a través de la Felicidad
Lo siguiente es el año
nuevo, entre vacaciones, reuniones, festejos y la pérdida del autocontrol en
nuestra forma de comer y beber, el poco tiempo que resta lo dedicamos a la
reflexión del año que termina, más el recuento de los daños que de las alegrías.
No por nada las redes sociales están repletas o en ocasiones rebasadas de
quotes, post o memes sobre superación personal: suelta, cierra ciclos,
aceptación, luz, positivismo solo por mencionar algunos. Cada que abrimos
alguna red tenemos la oportunidad de hacer una reflexión, per determinamos
hacerla de forma amplia al finalizar el año, porque para una gran parte de la
población estaremos terminando un ciclo.
Me uno a ese grupo que
estará diciendo que fue un año difícil y en muchos sentidos más complicado que
otros, pero una buena reflexión de año tiene también el recuento de las alegrías.
Cuando escucho a otras
personas y a mí misma, me doy cuenta que le damos un valor agregado al dolor,
que lo sobre ponemos, que a la alegría le damos el valor de una emoción y al
dolor del sentimiento. Tomando en cuenta que la emoción es pasajera y el
sentimiento es de mayor duración.
Si empezamos haciendo
primero el recuento de las alegrías, logros, disculpas o perdón dados por
nuestros errores; porque normalmente de lo primero que hablamos o pensamos es
lo que más nos importa.
Al dejar al dolor en segundo
plano le vamos a restar importancia, y no ocupará el protagonismo en nuestras
vidas.
Es cierto que el dolor puede
ser un motor o impulso, el hecho es que cuando nos mueve, es cuando nos
cansamos de sufrir.
El cambio de actitud es
reflexionar a través de la felicidad.
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