Reflexión en un Día de Espiritualidad (12 de diciembre)



Reflexión en un Día de Espiritualidad (12 de diciembre)

Como muchos saben hoy 12 de diciembre, en México celebramos a la Virgen de Guadalupe para los católicos mexicanos es una de las fiestas más importantes, muchos podrán estar a disgusto con la iglesia pero nunca con la Virgen, y así podemos encontrar gente que se declara ateos guadalupanos.

A lo largo de mi vida he asistido pocas veces a misa el 12 de diciembre y hoy fue una de esas veces y en esta hubo dos temas importantes para reflexionar y destacar.

  • Dar y Recibir

Cuando por alguna bendición, suerte o fruto de nuestro esfuerzo recibimos, en muchas ocasiones nos quedamos a disfrutar o regocijarnos de nuestro buen momento y no volteamos a ver o a pensar con prisa o actuar rápido, como es que vamos a dar algo en la forma que sea, para eso si existe un mañana o un después.

  • Paz

Cuando en la misa nos damos la paz, es un acto cariñoso porque generalmente tenemos al lado a un ser querido y no nos cuesta trabajo al contrario, esas son las personas a las cuales les damos muestras de cariño regularmente. Darle un sentido significativo a la paz es mostrar o transmitirla a personas que sabemos que la necesitan o que no conozcamos, tener acciones encaminadas hacia la paz.

Las redes sociales han logrado que seamos desde activistas intensos, manifestantes aguerridos declarando nuestras inconformidades ante el comportamiento social como gubernamental, pero además podemos ser casi iluminados creando o compartiendo frases inspiradoras y profundas. Pero qué pasaría si diéramos un paso adelante. Y todos los días nos esforzáramos por hacer algo por alguien o por nuestra comunidad. Acciones que benefician a otro y al hacerlas construyéramos poco a poco un ambiente agradable.

En familia:
Si ya sé lo que le molesta al otro ¿sería mucho sacrificio dejar de hacerlo?  
El típico ejemplo de la pasta de dientes, ponerla en su lugar o apretarle desde abajo o un adolescente arreglar la recamara, con simples detalles creamos armonía.

En la calle:
Levantar una botella, un vaso o alguna basura y depositarla en su lugar omitiendo el –che gente cochina. Parar el coche 30 segundos y  dar el paso o levantar la mano agradeciendo que nos cedieron el paso, y como estas muchas más acciones que en nuestra vida cotidiana podemos encontrar para armonizar nuestro ambiente.

Con pequeñas acciones podemos ofrecer paz a los que nos rodean porque el dar es una forma de retribuirle y agradecerle a la vida por los dones recibidos.





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