I'm Sorry
Pedir
perdón es un acto doble de valentía, porque es aceptar el daño causado y
enfrentarlo.
El
perdón es un verdadero acto de conciencia y arrepentimiento, es tener presente
mas al ofendido y dejar nuestra persona a un lado, es sentir, comprender y
entender los sentimientos y las emociones que hemos causado.
Es
dejar el ego y el orgullo a un lado y dar la cara a la responsabilidad y las
consecuencias de nuestros actos.
Realizar
acciones a manera de disculpa ayuda a amortiguar el daño, pero el acto mas
significativo es hacerlo frente a frente, porque la mirada y el lenguaje
corporal complementan el arrepentimiento.
En
muchas ocasiones buscamos el perdón más por aliviar y liberar nuestra
conciencia que por reparar el daño o comprender los sentimientos ajenos.
Existe
otra situación donde queremos alimentar el ego al pedir perdón, pues esperamos
que se nos reconozca como acto heroico. Otra vez, es querer reparar el daño
para nuestro beneficio.
Para
ser exacta la semana pasada, le pedí disculpas a una persona con la que me
porte grosera hace muchos años.
-Norma,
no tienes que hacerlo, tú me conoces y no soy rencorosa.
Y me
dio a entender que en efecto había hecho mal.
Al
pasar de las horas no me sentía mejor, yo esperaba que me reconocieran lo que
estaba haciendo, y no que me recalcara lo mal de mi proceder, ya se pueden
imaginar que no me encanto, yo quería otro tipo de agradecimiento.
La
realidad es que lo estaba haciendo mas por cerrar un ciclo y liberar un sentimiento
que me inquietaba. Cuando me imaginaba como podría ser el encuentro, solo
pensaba en lo bien que me iba a sentir después. En ningún momento pensé en la
situación desagradable que le hice pasar años atrás. Lo hice pensando solamente
en mí, ahora entiendo porque no me sentí como eran mis expectativas, buscaba más
perdonarme a mi misma que comprender las emociones y sentimientos causados por mí
actuar.
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