Diciembre me gusto para que te vayas







Y aquí estamos viviendo el último mes del año; Diciembre con sus fiestas y comidas, despidiendo al año y cerrando ciclos.

Yendo a compromisos que en ocasiones son eso compromisos, nos vernos con gente que no siempre tenemos muchas ganas que digamos.



Y así se estableció que en este doceavo mes, cerremos dando la bienvenida a un nuevo año, un nuevo ciclo o una nueva vida.

Pero antes haciendo el recuento de los daños, porque es increíble que nos guste más contar lo malo que lo bueno, a lo largo del año también tuvimos alegrías, risas, logros realizados y momentos de felicidad.

 La premura del tiempo nos agobia  y el año esta a nada de concluir y queremos terminar o cerrar ciclos antes de que se acabe, ahora si hay prisa por terminar e iniciar un nuevo año liberados y renovados  como si fuera necesario hacer cambios al mismo tiempo que finaliza el año.   Y así nos  podemos encontrar historias desgarradoras: donde entre la navidad y el año nuevo deciden terminan una relación sin importar el daño causado a su alrededor como por ejemplo los hijos, escoger una de las fechas mas familiares para acabar con una familia,¡ la vida y sus incongruencias!.

  “Diciembre me gusto para que te vayas”. ¿Qué pasaría si ocurriera en febrero? la vida o el destino tienen sus tiempos dejemos que ellos decidan y tomen su adecuado curso. los ciclos no necesariamente deben terminar en diciembre.

Diciembre nostálgico y depresivo

Celebraciones:


Esta la parte chida o padre de las fiestas, donde nos reunimos con gente que nos agrada y queremos y pasamos momentos realmente agradables, pero como no hay felicidad perfecta, también están esas reuniones que se dan sobre todo en navidad y año nuevo donde tenemos que convivir con gente con la cual simplemente no tenemos empatía  y al calor de las  copas, pueden acabar en acontecimientos verdaderamente desastrosos.

Esta es una época donde los excesos de alcohol y comida están a la orden del día, dejamos a un lado nuestra capacidad de autoregularnos y todo se nos permite, pues estamos festejando.





En Tanatología se habla que la culpabilidad es una parte de la depresión; Y los excesos  no ayudan, al contrario acrecientan este tipo de sentimientos, recordando a seres queridos que ya no están o situaciones dolorosas vividas y sintiendo culpa por divertirse,  además por decisiones tomadas pensando que podríamos haberles dado un curso mejor o lo que pudo ser y no fue. el recuento del año o de los daños nos estaciona momentáneamente en el pasado, también llamado "el hubiera" las situaciones ya sucedieron y ahí están, pensarlas y repensarlas no las va a cambiar.  





También en diciembre hay desbordamiento de amor, a diferencias de otras fechas como el día de la madre o san Valentin, esta exaltación de cariño dura todo un mes. Sería increíble que nos diéramos a la tarea o hiciéramos un compromiso para que durara todo el año.


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