La Avaricia de la Felicidad

La Avaricia de la Felicidad

Meses atrás fui invitada a un taller de tanatologia, y haciendo una confesión al principio no me hacía mucho sentido, a pesar que el tema es de mi agrado. Hoy entiendo que más bien era miedo a despertar uno que otro monstruo, dormiditos creemos que no causan muchos problemas.

No es lo mismo conocer la teoría que llevarlo a cabo y sobre todo en los acontecimientos de nuestra vida.

En una de las dinámicas hicimos una línea del tiempo apuntando nuestras pérdidas significativas, empezar a recordar nuestra vida a través del dolor, es difícil porque se da uno cuenta que hay varios temas no superados y situaciones como pueden ser un divorcio, una deslealtad o terminar una amistad que nos dejan marcados. Y que el miedo a enfrentarlos nos hace guardarlos y de mencionarlos mejor ni hablamos.

Por lo que concluí de la línea del tiempo fue, a no dar sobrenombre y a mencionar a las situaciones y a las personas por su nombre porque ese es su real significado que tienen y que serán siempre parte de nuestra historia de vida, cambiarles el nombre no disminuye y minimiza alguna situación. 

Hubo otra dinámica la cual, si me hizo ruido y mucho. Y de ahí el título de hoy.

En una tarjeta nos pidieron poner nuestro nombre y lo que somos, no podíamos poner nuestra profesión, ni si somos padres, hijos, etc. La primera sorpresa fue que la mayoría tardamos en poner que somos.

La segunda sorpresa fue la respuesta de más del cincuenta por ciento de los asistentes  “soy una persona en busca de la felicidad” y aunque no lo puse me uno a ellos.

La felicidad ha sido uno de los temas más recurrentes desde que empecé a escribir; ya que escribo sobre lo que vivo o escucho, y de algún modo siempre sale en alguna conversación.

Es increíble como una gran mayoría de las personas no estamos conformes ni agradecidos con lo que tenemos y pensamos “yo seria de feliz si además de tener esta linda familia tuviera un buen grupo de amistades o una hermosa casa o fulano coche” bueno y así podría seguir.

Queremos abarcar todo, somos avaros con la felicidad todo nunca es suficiente.

La felicidad se compone de pequeños y grandes momentos que nos dan alegría, paz o simple tranquilidad.

Esta época donde los valores se miden a través de los bienes materiales, cuantas veces nos perdemos y no nos damos cuenta, que las cosas que realmente nos hacen felices no tienen valor monetario y darle al dinero su justo valor.

Hoy me he dado a la tarea de identificar mis momentos felices para disfrutarlos y recordarlos y volver a sonreír cuando vienen a mi memoria. Y enfocarme en lo mucho que tengo que agradecer. Y aprender a dejar a un lado la avaricia de la felicidad.




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